sábado, 21 de noviembre de 2009

Llame Ya



¡Llame Ya!

Algunas veces, queremos usar para una reuniòn ese vestidito que nos queda divino. Ese que exige que de perfil, sì o sì, sólo nos veamos con dos ondulaciones: la de las lolas y la de la cola. Stop. Prohibido que sobresalgan protuberancias a la altura del ombligo y mucho menos, alrededor de la cintura.

Por suerte, el mercado tiene soluciones para todo, como esas milagrosas medias modeladoras push up y slim fit que todas usamos alguna vez. En criollo, son un combo de pantys con faja, que traen una bandas oblicuas que te levantan el traste, un tejido resistente a los lados que te aplasta el llamado “pantalón de montar”, y un sistema de malla compacta que te comprime la panza. Tal como hacía Ultra Sónico, que con sólo apretar un botòn, salía vestida, peinada y maquillada, ahora nosotras, gracias a la push-up-slim-fit podemos lucir como la guacha de Ingrid Grudke, aunque no tan rubias. .

Ahora viene el bajón: la push-up-slim-fit serà maravillosa, ¡pero no es David Copperfield! Y lo que aplasta, comprime y levanta por un lado, no desaparece sino que, invariablemente, sale por otra parte. Y asì, a la altura de la cintura, por arriba de la milagrosa push-up-slim-fit, asoman indeseables que vienen de por allà abajo, y que no tienen porquè estar ahí, donde habitualmente sòlo hay piel y costillas.

Por suerte, los Llame YA nos traen la soluciòn con su sensacional Super Extra Confort fit’n lift. Con ella, no sólo tenemos los contornos de un maniquì, sino que los excesos ya no van a desbordar por encima de la cintura, porque ahì, ¡està la faja que contiene todo! Bueno, pero, ¿dónde termina la faja? Sube, sube y se pierde, tanto que te llega desde el corpiño hasta la rodilla, y es tan modeladora que tus amigas no te reconocen cuando llegàs a la fiesta.

En las anuncios del Llame Ya, hay testimonios, donde felices señoras curvilìneas describen las virtudes de este engendro de nombre impronunciable. Una de las caracterìsticas de los productos de venta telefónica es que son complicados para nosotros, los hispanoparlantes. Imaginen a Mirta de Villa Crespo pidiendo el Power Hair Comb a la operadora, el Super Sweat’n Clean o tal vez el Ultra Cardio Twister. Otra guachada son las fotos: un premio para quien me sepa decir para qué necesita la faja la señorita que ilustra esta entrada. ¡Para que la odiemos!

Pero una vez superada la barrera idiomática, y ya con la Super Extra Confort fit-n lift en casa, la feliz poseedora podrá ir a la fiesta con el vestidito soñado, ya que pasará de la talla 12 a la 4 en cuestiòn de segundos. También se sentirá tiesa como si estuviera embalsamada, y va a transpirar hasta perder 5 kilos (que tambièn quita centímetros, asi que no viene mal). No va a poder probar un solo bocado, y verá pasar el finger food sin inmutarse, ya que la compresión es tal que se corre peligro de que el bocadito se le quede trabado en la laringe.

La vuelta a casa es otro problema. A la hora de despojarse del engendro, a esta altura estará un poco enroscado y adherido a la piel pegoteada por la transpiracion. Si una está sola, cuenta con toda la noche para forcejear. Pero no hay problema: a la larga, sale. Pero si nos están esperando en la cama, habrá que hacer de tripas corazón, ignorar la autoestima y rogarle al marido/novio/amante que tironee para ayudar a sacarnos el disfraz de momia. Y entonces sí, bienvenidos los desniveles naturales de nuestro cuerpo. A ponernos el camisolín, para cantar a viva voz las líneas de nuestro Himno Nacional, ¡Libertad, libertad, libertad!