lunes, 31 de enero de 2011

La otra media


Empecemos por aquí: no me gusta el verano. Nunca me gustó, y no lo digo ahora que nos estamos derritiendo con estos días insoportables, también lo puedo repetir en pleno julio con dos bajo cero. Con el frío me puedo abrigar o quedar adentro. Con el calor no me dan ganas de nada, y no puedo estar todo el día encerrada con el aire acondicionado o chapoteando en el agua. Es verdad que hay noches agradables en las que es lindo caminar y tomar helado, pero para tener dos o tres de esas hay veinte cuyos días las chicharras, ya desde las diez de la mañana, te auguran un suplicio para el resto de la jornada. Las chicharras y un relato de fútbol de domingo por radio son lo más parecido que conozco a un pasaje al suicidio. Pero este no era el tema: además de ser verano, me tengo que soportar a mí misma y no lo logro. Me siento como lo que llamé “la otra media”.

¿Pero qué es la otra media? Basta con recordar cualquier propaganda de jabón para lavar la ropa en la que hagan la “Prueba de la blancura”. Una vez que abren la tapa de los lavarropas y sacan las dos medias, las estiran prolijamente sobre la mesa y la que tuvo la suerte de estar tratada con el producto estrella en promoción, se verá nívea, lisita, perfecta y resplandeciente. La otra será una especie de tubo grisáceo, deforme y arrugado, increíblemente idéntico a mi estado de ánimo ¡y todo por no haber utilizado ESE jabón! Por eso no pasó la prueba de la blancura. Ni yo.

Me rechifla el verano, pero también me rechifla que algunas veces los hijos, todos los hijos, algunos hijos o tal vez sólo los míos…se vayan de vacaciones dos semanas y ni se ocupen de mandar un mísero sms que diga “Hola vieja”. Yo sé que históricamente las sensaciones se repiten y a la edad de ellos también me recontrapudría hablar con mis viejos. Pero lo hacía, cumplía con el ritual de contestar lo que me preguntaban, y entre monosílabos y gruñidos más o menos se ponían al día de cómo andaba. Ahora ni eso, y seguramente debe ser mi culpa por no haber exigido que me llamaran.

¿Pero es realmente necesario exigirles eso? ¿No debería yo haberlos criado de tal modo que se generara esa necesidad de ellos de saber sobre de mí? ¿Cómo es que no nace en ellos ese gesto amoroso - como dirían mi amiga counselor - en el que se acuerdan y se preocupan por mí? Ni siquiera pedidos habituales como “Vieja, si pasa Brenda dale el buzo de Mickey que es de una amiga de Martu” o “Vieja, llevame a arreglar las sandalias de las piedritas que se les salió una tira”. Ni siquiera.

El resto del tiempo estoy acá leyendo en stereo con mi hijo menor que no pudo ir a esta parte de las vacaciones porque tienen muuuuucho que estudiar. Y pasamos largos ratos leyendo Ricardo III en inglés antiguo y comentando entre bostezos los diversos pasajes de la tragedia. Más el calor, más la opresión rara que siento cuando sólo somos dos a la mesa, ya que los otros dos “extraños” están borrados del universo sin dar señales.

Y bueno, llamalos vos, me diría una amiga. Y si, bueno, no los llamo pero les escribo, pero si no fuera por eso no tendríamos ningún contacto. Y sigue el calor. Pero me arreglo con poco: me compré una botella de piña colada, que me encanta tomar con hielo molido, como bien saben mis amigas Las Batas. No digo que voy a vivir borracha para olvidar, ni lo sueñen. Pero si tomo un par de vasitos a la semana, ya que el brebaje tiene una apariencia medio lechosa, sin duda voy a poder superar… ¡la prueba de la blancura!

Ultimo momento: después de haber mandado un mail enojado a los chicos reclamando atención, me llegó éste:

Beatriz por si no te diste cuenta te mande 3 mails para contarte como estabamos, dos cuando estuvimos en XXXX y otro cuando llegamos a XXX…. De los cuales no me contestaste ninguno. Asi que en vez de decir huevadas porque no te fijas mejor en tu mail. Saludos enojados
Enviado desde mi BlackBerry® de Claro Argentina


Me llaman “Beatriz” para darme rabia. Odio llamarme Gabriela Beatriz, y ellos lo saben. Como sea, ahora me siento feliz, y hasta creo que hay un vientito re lindo que me refresca la casa, el cuerpo ¡el corazón! Cómo los quiero a estos tarados…


6 comentarios:

  1. Sra MC. ¡ que bueno volver a leerla!!
    Una amiga, con la que me tocó compartir algunos fríos que no vienen al caso, me decía (con 5º bajo cero) "pensá en calor, pensá en calor que se te va enseguida" . A mí mucho no se me ocurría, pero lo hacía, y al ratito, para sorpresa de ninguno, me sentía mas congelado que Walt Disney, pero sin poder detener la mandíbula. Jamás funcionó.
    Pero con ud, parece que sí anduvo; pensó en los párvulos, apareció el mail, y se convirtió en Esta Media.
    Y debe ser así nomás, porque también ud. pensaba en Ricardo III, y cada día hay mas usurpadores,
    Pirincho
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    >

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  2. Que bueno saber que a Ud. le pasa lo mismo que a mi.- Sera que es cosa de hijos adolescentes??????

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  3. A proposito me olvide de identificarme, soy Ana Colacchio (la tana)

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  4. AY AMIGA,
    ACABO DE LLEGAR DEL AEROPUERTO,
    EL VACIO SIN ELLOS ES TAN PASAJE AL SUICIDIO COMO TU ESTADO MEDIA BLANCA Y SE Q COMO DE COSTUMBRE EL CONTACTO C LAS CRIATURAS LO GENERARE YO........
    LO HE ACEPTADO Y SI TE SIRVE CDO QUERRIA EL A CTO AMOROSO ESPONATNEO DE SU PARTE PIENSO...Y BUEHHHHH......PUEDE ESTAR BEUNO Q NO ME NECESITEN...PARECE Q LOS CRIE MUY AUTONOMOS.........
    N EXTRANIAN,NO NECESITAN,
    NAAAAAA.......
    CUANDO PUEDO CORRER LAS SAUDADES,SABES Q HAGO?DISFRUTO DE MIS ESPACIOS Y DE MI!!!!!!!!Y HAY VECES Q ESTA REBUENISIMO!!!!!

    TE LO RECOMIENDO...........
    BESITOS GAB Y GCS POR SEGUIR ESCRIBIENDO..ME ENCANTA LEERTE.......
    F

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  5. Albricias!!!!

    Es un verdadero placer leerte, GAB.

    Da gusto encontrar textos donde uno se siente estimulado a seguir leyendo, por la facilidad y simpleza con la que contas historias. Cosa que no es fácil encontrar hoy en día.

    Saludos!!!

    PD: Me mato el asunto "Beatriz" ...

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  6. Porque es más fácil usar las palabras de los demás que crear de la nada. Dime tus diez palabras para seguir creciendo.

    Saludos de una foca hambrienta

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