viernes, 18 de marzo de 2011

¿Qué es exo?



Soy adicta a la radio, seguramente porque desde chica siempre estaba encendida en mi casa. Había una en la cocina y otra en el living encima de la estufa, que más la usábamos como estante que como calefactor. En los ’70 estaban de moda los helechos como planta de interior y también la gansada esa de que había que hablarles para que estuvieran lindos. Mi mamá no tenía tiempo para chamuyarse al helecho porque se tenía que ir a trabajar al banco, pero como siempre fue muy práctica le dejaba la radio encendida para que creciera contento. No creo que el helecho fuera tan inteligente como para diferenciar la voz en vivo y en directo de mi mamá de la de la locutora de turno que llegaba a través “del éter”. Así era entonces que la radio funcionaba todo el día en mi casa, aún cuando no hubiera humanos a la vista. Y fueron Betty Elizalde y Nucha Amengual las encargadas de poner turgente al vegetal con el terciopelo de sus palabras ratoneras. ¿Qué tal, mi pretendiente?, le preguntaban al susodicho. Como para no ponerse tieso…

Pero lo de tieso engancha al pelo con mi cuestión de hoy. Dada mi afición a la radio, hoy también está prendida en el auto, y muchas veces cuando llevo o traigo los chicos de algún lado, suelen escuchar algún programa conmigo. Si la audición que elegí habla sobre el arte del medioevo, dura tres segundos ya que ellos mismos manotean las perillas y ponen cualquier otra cosa. Pero si está sintonizada en Metro o la Rock’n Pop la dejo, porque suelen engancharse con los locutores, la música o lo que venga.

Los problemas empiezan cuando en el programa de Andy está el sexólogo doctor K respondiendo las consultas de los oyentes. Y así es como mis hijos y yo, de vuelta del colegio, nos enteramos de que UNA oyente tiene una NOVIA pero además disfruta del cibersexo con otras mujeres, y quiere saber si eso está bien o no. El doctor K es muy criterioso, y le pregunta a la enviciada si además de estar colgada con las hormonas tiene una vida, ya sea una facultad, un trabajo, actividad social, etc.

Ese día en especial me pasó que dejé escuchar por la mitad de la consulta y empecé a sentirme incómoda, mientra la oyente describía con lujo de detalles las intimidades y prácticas sexuales que tiene con su pareja mujer. Y mientras lo contaba trataba de imaginar qué le pasaría a mi hijo que estaba sentado en el asiento de al lado. ¿Qué pensará? ¿Estará escuchando? ¿Le gustará oír esto? ¿Lo calentará? ¿O definitivamente estará en otra mirando por la ventanilla? ¿Tendré que cambiar de dial o quedará muy evidente que lo hice porque estaban hablando de un tema escabroso? Lo único que tengo claro es que no me molesta que escuchen hablar de esos temas; el problema es que no me banco del todo que lo hagan cuando están conmigo porque me empieza a dar cosita.

Algo parecido me pasó un sábado estábamos mirando una película de unos surfistas lindos y lindas estilo Baywatch que intentaban recuperar un tesoro de un galeón hundido. Y entre búsqueda y búsqueda se metían entre las palmeras y daban vía libre a las lujurias del verano, los lomos increíbles de ellas y ellos y esas cosas. Y otra vez me dio esa mezcla de turbación y vergüenza de tener que poner cara de póker mientras miraba soft porno con mis hijos un mediodía en el sillón del living.

Gran dicotomía, entre parecer del cenozoico, ser una madre moderna, hacer lo que hay que hacer y no provocar a Freud y a sus principios. No es normal ver escenas de sexo por la tele con los hijos y tampoco es normal que las pasen a las doce del mediodía por un canal de cable de los comunes, ni Venus, ni Playboy. Tampoco es normal que una trastornada cuente por la radio sus intimidades sexuales abiertamente a medio Buenos Aires. Y no es que quiera censurar, no es ese el tema. Lo que me preocupa es que no sé qué actitud tomar cuando estoy con mis hijos porque me siento incómoda, y hago como que no pasa nada. Desde afuera todo controlado, todo civilizado, todo joya, man. Pero por adentro quisiera con toda la fuerza que venga la propaganda…

Nota: a los amigos que quieren dejar un comentario y no les sale o les desaparece el texto, seleccionen la opción "Anònimo" , pero antes de hacer enter firmen, no sean cobardes ni se escondan en el anonimato. ¡Suerte esta vez!

8 comentarios:

  1. Buenísimo!!!! A mí me ocurrió algo así, viajando por la ruta con mis hijos, y escuchando a la negra Vernacci, .. Nunca me sentí tan incómodo, todo el tiempo que duró hasta que lo cambié, so pena de dejar de ser un padre piola. Pero creo haberle escuchado a ud.en alguna oportunidad, decir acertadamente en los tiempos que corren, todo tiene que ser explícito, aún las palabras de un programa de radio.

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  2. Olvidé firmar mi comentario anterior.
    Pirincho

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  3. Vaya tema el que usted aborda doña Gaby!! le cuento que aún sintiéndome muy superado ya con todas estas cuestiones de género (más de un par por cierto) y de las libertades para expresar intimidades acerca de los gustos sexuales, es muy cierto que determinados temas resultan un tanto escabrosos para escucharlos ante los hijos. No deja de ser cierto que los chicos, nuestros hijos, pasan muchas horas sin nosotros y, cuestiones de este tipo deben escuchar, miles y probablemente peores (drogas, alcohol, mafias, etc, etc.) Por esta razón pienso que, a pesar de lo "chocante" que pueda resultar, no deja de ser una buena ocasión "educativa y formativa" para relajarse en el mullido asiento del vehículo y disponerse a compartir una interesante audición de radio "comentada". Me acuerdo que alguna, en compañía de mi mamá (ya estoy viejito para quienes no me conocen, no peino canas sólo porque no tengo pelos y los de 40 años me parecen unos pibes -Fede 52-)apareció algo que para la época (tendría yo entre 12 y 14 años) resultaba bastante fuerte -referente a temas de drogas, época de la película "Viaje a katmandú". Mi vieja era muy moderna y, conocedora de los riesgos que suponía enfrentar a un hijo, sólo desde el poder de la autoridad que le otorgaba ser mamá, y dijo algo como "mhhh....que frustrante y que mediocre, necesitar drogas para pasarla bien !!" ...bueno, creo que eso en alguna medida sirvió.
    Por último, yo ya no sufro este tipo de problemas, y creo que ahora la cosa puede o seguramente es inversa (mi hija más pequeña tiene ya 21 años) y problablemente sean ellos los que se sienten incómodos cuando escuchan ciertas cosas delante mío. Como conclusión, creo que hay que aprovechar esos momentos para hablar sobre temas que nuestros hijos, de todas maneras escuchan y muchas veces, sin la devolución de una opinión adulta, seria, no dogmática y objetiva autorizada....y cuál mejor que la de un padre no??
    Felicitaciones Gaby por tu blog. Fede Mejer

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  4. dificil asunto pa reflexionar Donia Gaby,
    y .....
    yo voto por la transparencia y lo autentico y lo espontaneo,
    si me pongo nerviosa frente a los chicos,lo digo,
    si no se q hacer lo digo,
    si quiero saber q les pasa con la situacion lo pregunto,
    si estoy incomoda lo comunico,
    si no me la banco lo digo y la apago.........
    Gracias por hacernos pensar.......
    besitos

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  5. Y aunque Uds. no lo crean y ellos no lo digan, los hijos también se sienten incómodos!!!

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  6. Hola gabo: muy bueno, sobre todo el comentario de parlotear a las plantas. Hay ahora (cada vez mas)comentarios y consejos diversos acerca de como poner los muebles en la casa (mirando al sur, al norte etc) atraer energias positivas o negativas y toda suerte de gansadas que no tienen ningun asidero cientifico. Y la gente, en su deseo de estar mejor (y no poder lograrlo) cree en cualquier cosa. Tal vez sea (segun los expertos razonables) porque en el mundo ya no existe el comunismo y la guerra Rusia EEUU, eso los hizo quedar sin temas. Entonces hay k inventar algo para entretener a la gente.
    La prueba está en las multiples estupideces k circulan por Internet, k si no reenvias esto o aquello te va a ocurrir algo serio y en cambio si lo haces seras beneficiado con millones de...
    Bueno, es lo que hay Lucia

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  7. Liliana de Monasterio20 de marzo de 2011, 21:04

    Hola Gab, felicitaciones por el articulo. Menudo temita elegiste. Y si, como no podria ser de otra manera, sexo y muerte son los temas tabu. Pero me hiciste recordar que cuando mi padre se hacia el moderno, liberal y canchero no tenia mejor idea q hablar y dar opiniones cuando se le daba la oportunidad... que los hijos que tenia eran fruto del amor....que dentro de la pareja estaba todo permitido...bla bla.. y para mi no habia peor momento. Buscaba una excusa para rajar. Personalmente pienso q siempre es bueno hablar del tema pero en un divan o con nuestros pares. Como siempre fuera de contexto es agresivo. Tenemos q lidiar con lo que abunda, la desubicacion y la falta te imaginacion en los programas de radio y tv. Para la proxima cara de poker, beso. Liliana de Monasterio

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  8. Me encanta tu reflexion . a mi me pasa lo mismo que a Ud. Para agregar a los comentarios me parecen muy ignorantes, tontos y no quiero seguir con los adjetivos , esas personas que llaman a una radio para contar su vida, sus experiencias etc etc etc . Les sobre el tiempo???????
    Ana

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