viernes, 10 de julio de 2009

No te puedo ni ver


La semana pasada estuve leyendo el nuevo blog de un amigo que vive lejos, y sus palabras me hicieron llorar. Pero no de emociòn; ¡el muy desgraciado eligiò un diseño de fondo negro con letras blancas! Tratar de descrifrar esas letritas entre tanta oscuridad - sumado al brillo del monitor - me dejò con dolor de cabeza, los ojos brillosos y hasta un leve mareo.

Algo asì me pasò en la peluquerìa, con una revista con ese tètrico diseño de blanco sobre azul noche. Pero ¿què les pasa, diseñadores gráficos? Esas combinaciones son un atentado a la salud de la córnea y el cristalino. Y al amor propio.

Otra misión imposible es la de reconocer los frascos de shampoo y crema enjuague en la ducha. Entre el vapor y las letras diminutas, es difícil diferenciarlos, a menos que una ya haya aprendido cuál es el de tapa blanca y cuál el de tapa azul. Para peor, no podemos bañarnos con lentes, y si lo intentàramos, el vapor harìa que los cristales se empañaran al toque, imposibilitando todo intento de lectura. Entonces, no queda otra que tomar el frasco con desconfianza, mirando en què parte de la etiqueta dice de què producto se trata. Después sólo resta focalizar si la palabra es corta o larga. Así sabremos fácilmente cuál es cuál. Problema solucionado, si es que no nos confundimos, en medio de la niebla, con Industria Argentina o Contenido neto.

De chica me causaba gracia ver a mi abuela tratando de enhebrar la aguja. Le pasaba con el hilo un par de centímetros por encima o por debajo. Cuando se pudrìa y me pedìa ayuda, yo lo hacía en dos segundos. Hoy si no tengo los anteojos a mano, estoy diez minutos jugando a ver si puedo. Y si no andan mis hijos por ahì, tal vez me quede sin coser. Tratè de enseñarle a mi perro, pero me resultò medio animal con estas cosas de la costura. Por eso es que la mayorìa de las veces, coso los botones con la aguja de la lana y chau. Son puntadas de diseño, di-seño-ra que no ve un corno.

Mi otra abuela, que era re coqueta, no salía sin maquillarse. En los últimos tiempos, cuando no veìa bien y el pulso le temblaba un poco, sus ojos parecìan un electrocardiograma, donde el delineador subìa y bajaba sobre el pàrpado en lugar de ser una fina lìnea bordeando las pestañas. Hoy la entiendo tanto...

Por suerte, se inventaron los lentes que permiten levantar uno de los cristales para maquillarse, como esos horribles corpiños para amamantar en los que sacàs una tapita. Y tambièn tenemos los espejos con doble aumento, en los cuales te ves perfecto el ojo. Y las arrugas, las lìneas de expresiòn y los puntitos negros, magnificando las impurezas de la piel como si fuera la superficie de la luna. Son asquerosamente reveladores, aunque ùtiles.

Dicen que los años traen experiencia. Y es verdad: ahora aprendì lo que es dioptrìa, colirio, astigmatismo y miopìa. Y sì, hay que resignarse a usar los lentes màs de una vez. Lo que tienen de bueno, es que las cosas lindas, las vemos más grandes. Eso sì que es genial, ¿o no?

3 comentarios:

  1. Es cierto Gab. Las cosas lindas las vemos más grandes. Un abrzao grandote

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  2. cada vez canta mejor tu blog, me encanta Gaby!!!!!

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  3. Exelente tu blog me encanta como escribis me siento tan pero tan identificada , me hacer reir mucho aunque algunos tambien me hacen llorar sobre todo los que tienen que ver con las arrugas, los años la experiencia jajajajajajajajaj.

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